Lagartos Venenosos
Siempre que pensamos en animales venenosos se nos vienen a la cabeza arañas, escorpiones, serpientes o algunos peces o anfibios. Lo cierto es que los reptiles también son capaces de inyectar veneno, y cuando hablamos de reptiles no nos estamos refiriendo únicamente a las serpientes, conocidas universalmente como los animales más eficaces en inocular veneno, hablamos de lagartos o varanos, que también poseen glándulas especiales con esa capacidad, sólo que en vez de utilizar los colmillos para hacerlo, lo hacen a través de los dientes y la saliva.
Se cree que todos los saurios que poseen estas glándulas, órganos capaces de inocular veneno y que retienen material genético relacionado con la producción de veneno, tuvieron un antepasado común. Por lo tanto, todos estos animales se agrupan dentro del nombre Toxicofera, que quiere decir "portadores de toxinas".
A día de hoy se conocen tres tipos de lagartos venenosos: el monstruo de Gila, el lagarto de Cuentas Mexicano o lagarto escorpión, y el Dragón de Komodo.
El monstruo de Gila (Heloderma suspectum)
El monstruo de Gila se encuentra en América del Norte. Vive en regiones desérticas del suroeste de Estados Unidos y norte de México. Estos lagartos grandes y de cuerpo grueso tienen extremidades cortas y rechonchas, igual que la cola.
Posee unas glándulas venenosas en la parte inferior de la mandíbula. Su color negro con manchas amarillas son una advertencia de su toxicidad, aunque su veneno rara vez llega a ser mortal para las personas. Muerden con fuerza a sus presas mientras el veneno se va inoculando, aunque también destacan por ser animales carroñeros.
Tiene muy bien desarrollados el olfato y el gusto, utilizando su lengua como detector. Son animales mas bien nocturnos y crepusculares, pasando el resto del día escondidos en agujeros, a menudo madrigueras abandonadas. Están más activos durante el verano, que coincide con la época de apareamiento, que es cuando más comen, acumulando grasa para sobrevivir en las épocas de más frío.
Lagarto de cuentas mexicano o enchaquirado (Heloderma horridum)
Este lagarto venenoso procede también de América del Norte, sobre todo en Estados Unidos, México y Guatemala. Se le conoce con muchos otros nombres, como lagarto de chaquira, escorpión grande, lagarto de cuentas, lagarto enchaquirado, lagarto moteado mexicano o acaltetepón.
Su cuerpo es pequeño y robusto, con extremidades fuertes y cortas, al igual que la cola. Su piel es negra con manchas anaranjadas.
Dragón de komodo (Varanus komodoensis)
Éste es el último y probablemente el más impactante de todos. Se trata de un enorme lagarto monitor que puede llegar a los 3 metros de longitud y pesar más de 130 kilos. Recibe otros nombre como monstruo de Komodo o varano de Komodo. A pesar de ser principalmente carroñero es un gran e inteligente cazador que prepara emboscadas.
Se ha introducido recientemente en la categoría de lagartos venenosos, pues se ha descubierto que posee glándulas venenosas cuyo veneno anticoagulante hace que su presa se desangre con más rapidez.
Se encuentra protegido y vive en unas islas de Indonesia.
Si te has quedado con ganas de más en este artículo podrás tener información más completa sobre el dragón de Komodo.
El veneno de los varanos venenosos
Los lagartos venenosos normalmente no muerden si no se les molesta. Muerden con dientes en lugar de colmillos. El veneno entra en la herida de la mordedura goteando por las ranuras de los dientes en lugar de inyectarse a través de los colmillos, como ocurre con las serpientes venenosas.
Los lagartos tienden a aferrarse a sus víctimas, lo que dificulta su extracción una vez que han mordido. Pueden ocurrir "mordeduras secas", en las que no se libera veneno. Las serpientes también pueden morder sin inocular veneno pero esto es menos probable que en las mordeduras de lagartos.
La fuerza de las mandíbulas de un lagarto puede causar una lesión por aplastamiento o compresión. Estas lesiones pueden causar hinchazón severa y dañar los tejidos, vasos sanguíneos, nervios, articulaciones o huesos subyacentes. El tejido puede dañarse ya sea por la mordedura en sí o por los intentos de eliminar el lagarto.
Los síntomas en el lugar de la mordedura de un lagarto venenoso pueden incluir:
- Sangrado moderado a severo.
- Dolor punzante o ardiente.
- Hinchazón que empeora gradualmente durante varias horas.
- Quedan dientes en la herida.
Algunos síntomas más generales pueden ser:
- Debilidad.
- Mareo.
- Náuseas y vómitos.
- Sudoración profusa.
- Dificultad para respirar.
- Síntomas de una reacción alérgica grave.
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